Hoy hemos asistido al seminario de la asignatura. Una ponencia impartida por Ítalo Pizzolante sobre la resignificación de temas sociales y, con ello, el cambio al que se han tenido que enfrentar las empresas y corporaciones en las cuestiones referentes a la reputación. La charla ha tenido lugar en la Facultad de Jurídicas de la UJI, en el salón Alfons el Magnànim.
Ítalo Pizzolante, ingeniero civil, tiene un Máster en Comunicación Política de la Universidad Autónoma de Barcelona y un Doctorado en Comunicación Organizacional por la Universidad Jaume I. Ya cuenta con más de 30 años de experiencia en el área de la comunicación, y entre ellos, se destacan logros como haber fundado en 1976 la empresa Pizzolante Comunicación Estratégica, de la cual es actualmente presidente del Consejo Directivo. La empresa se dedica a la consultoría gerencial en procesos de comunicación empresarial, y es una de las más prestigiosas del sector.
Pizzolante es, además, un prestigioso conferenciante en todos los temas relacionados con la Reputación Empresarial, y nosotros hemos podido acudir a su charla “DIRCOMS DE MARTE”.
«De Marte, por qué queremos descubrir nuevos puntos de vista, por qué tenemos una mente abierta, diferente… Por qué Marte hace emular la imaginación para contruir un mundo mejor. Por qué Ítalo es de Marte»
El mundo está cambiando, la sociedad, los mercados, y la forma de hacer las cosas cambian… y con ellos la forma que tienen las personas de ver y comunicarse con las cosas, con las empresas. Ha habido una resignificación de la población en gran parte provocada por la situación de crisis económica a la que nos llevamos enfrentando desde 2008.
En el libro de Justo Villafañé (La buena empresa) ya se nos explicó que la crisis financiera ha provocado una drástica modificación de las empresas haciendo que los valores clásicos quedaran en un segundo lugar y que se le diera mucha más importancia a la reputación y a los intangibles en general.
Es indiscutible que ha habido un cambio en la forma en la que el consumidor se comunica con la marca y viceversa. Las exigencias han cambiado. Además, ahora, con las nuevas tecnologías y la era digital se ha creado una nueva figura de periodista ciudadano que genera una mayor transmisión de opinión y que permite una relación directa entre empresa y cliente, influyendo este en las decisiones finales que se toman.
Las empresas ahora pueden escucharlos con mayor facilidad, y lo hacen ya que sus opiniones son fundamentales para el buen funcionamiento, ya que sin demanda, la oferta no puede ser viable. Pero… ¿Qué pasa cuando no somos los únicos que ofertamos un producto? Nos tenemos que diferenciar mediante esos valores intangibles de los que hemos hablado. Es aquí donde entra el cambio.
Ahora somos como una pequeña Mafalda, a la que ya no le importa tanto lo material como la buena reputación.
¿Futuro de la empresa o empresa del futuro?
Pizzolante también habló sobre cómo va a ser la empresa del futuro. Nos explicó que dependiendo de la actitud de una empresa, te puedes realizar dos preguntas de cara al futuro:
¿Cuál es el futuro de la empresa?
Esta es la visión que tendría una empresa resignada a aceptar lo que el futuro le imponga. El futuro parece que vaya a condicionar la empresa, pero él nos invita a pensar de forma diferente, del revés.
¿Cuál es la empresa del futuro?
Esta es la pregunta que se planeta la empresa que es “de Marte”. Se trata de conseguir anticiparnos para ser nosotros los que condicionamos el futuro. Tenemos que ser empresas del futuro para así poder anticiparnos a cualquier riesgo que afecte a nuestra imagen y a nuestra reputación. Está claro que tenemos que proponer estrategias que nos permitan adaptarnos al futuro y continuar siendo sostenibles, pero que estas estrategias nos beneficien y permitan orientarlo hacia nuestra marca e intereses.
Este es el cambio de paradigma. Como Directores Comerciales, no tenemos que entrenarnos para el manejo de un medio, sino para el manejo de un mensaje en las circunstancias que sea. Esto nos permitirá podernos enfrentar a cualquier situación de crisis y convertirla en una oportunidad. Si aplicamos esto al periodismo, Pizzolante explicaba que de nada sirve que nos preparemos para ser los mejores periodistas en un ámbito, si luego no sabemos dominar los diversos medios o plataformas que hay en la actualidad.
Aprendiendo a pensar diferente 