Y Watson, ¿cómo lo haría?

Este jueves, de nuevo ha sido un invitado quien ha llevado el peso de la sesión teórica. Esta vez fue Toni Rueda, graduado por la Universidad Politécnica de Valencia en Administración y Dirección de Empresas y antiguo alumno de la UJI, donde se graduó hace un año en Publicidad y Relaciones Públicas.

La clase se trató de una sesión magistral sobre el mundo que está por venir, a la que él llamó “Y Watson, ¿cómo lo haría?: cambios disruptivos en un nuevo paradigma económico”. Esto proyecto defiende el lema de “si entendemos los problemas, encontraremos las soluciones”. Watson no solo es el nombre del creador de IBM, ahora también es el nombre de un ordenador que, gracias a su capacidad cognitiva, piensa por sí mismo. Un asistente personal que procesa la información en segundos y crea soluciones para descubrir respuestas y reforzar las soluciones humanas.

El mañana, promete una Tercera Revolución Industrial, tal como vaticina Jeremy Rifikin en su libro “La sociedad a coste marginal cero”.  Esta revolución nace de la confluencia de Internet y de las energías renovables.

Iñaki Gabilondo: “Los grandes problemas es que vivimos en un modelo económico que nos envuelve. En un futuro, no va haber empleo. Aunque haya crecimiento económico, no va haber empleo. Uno de los motivos puede ser las máquinas, generan riqueza per a la vez quita puestos de trabajo. En la misma acción se produce movimientos de desigualdad”.

¿Qué quiere decir esto? Que a no ser que haya un cambio radical en el sistema, no va a haber trabajo suficiente en un futuro. En los últimos años, la población se ha multiplicado y colocar a toda esta población en puestos de empleo es una tarea realmente complicada y más, tras la robotización del sector de servicios, que ha hecho que los puestos de trabajo hayan disminuido.

A todo esto, añadimos que caminamos en busca de un coste marginal cero, es decir, se busca que el coste del producto que se busca hacer sea igual a cero. Un ejemplo de esto lo tenemos en nuestra profesión: utilizamos Internet para generar productos periodísticos de forma gratuita. La única manera para conseguir evitar esta tendencia es el marketing. Con él, se genera un valor añadido a los productos, para que el público esté dispuesto a pagar por ellos. El capitalismo tal y como lo entendemos ya no tiene sentido porque todo el sistema ha cambiado.

Aumento de población à Evolución tecnológica à Incremento de la productividad à Abundancia de bienes y servicios à CAMBIO DE PARADIGMA

Y este paradigma viene determinado por dos factores:

• 
  Robotización. En un estudio de la Universidad de Oxford vaticinan que el 47% del empleo de EE.UU corre un riesgo muy elevado de automatización en unos veinte años.

 

• Las impresoras 3D. Este innovador invento puede cambiar cualquier tipo de sector. Ya no va a ser un robot quien fabrique el producto en una empresa, sino que vamos a poder ser nosotros mismos quienes fabriquemos el producto desde casa. Podremos fabricar cualquier cosa.

 

 

¿Y ahora qué? ¿Qué oportunidades tiene el dircom?

• Reflexionar: Identidad ->  Marca

El porqué por delante del qué. Con las impresoras, podrán copiar el producto, el servicio o el modelo de negocio, pero nunca podrán copiar la marca, los valores, los intangibles y la identidad que van con ellos.

• Observar: Problemas -> Nuevos Negocios

Detectar oportunidades de negocio que generen riqueza a medio y largo plazo.

• Decir: Comunicar ->  Reputación

Es necesario seguir comunicando que somos. Es lo que nos diferencia y nos hace únicos e imposibles de copiar.

El director de comunicación debe crear nuevos modelos de negocio a través de la comunicación y detectar los problemas para convertirlos en oportunidades. Esto supondrá conseguir la sostenibilidad. Conseguir una ventaja competitiva que nos diferencie del resto, va a suponer la sostenibilidad, sea cual sea nuestro sector de trabajo. Tenemos que liderar el cambio, un cambio en el que el dircom será fundamental

 

Toni Rueda: En conclusión: ¡Hay que cambiar la mentalidad! Tenemos que actuar como un surfista, que coge la ola antes de que venga, no cuando está pasando o ya ha pasado. El surfista se adapta a ella desde el principio y ve cómo evoluciona y el trabaja para ir a su mismo ritmo…

Un buen director comercial debe ser como un buen surfista, tiene que saber ver la ola, saber adelantarse a ella y surfearla.